Para Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, no se trata tanto de una moda o una tendencia como de una necesidad frente al precio de la vivienda: «Cuando un comprador opta por una minicocina lo hace por una necesidad de metros, y lo admite porque no puede pagar otra cosa». Lo mismo que, a su juicio, ocurre con el alquiler compartido que «ya se realizaba en los años 50 y 60, cuando se alquilaban habitaciones con derecho a cocina y baño. No era moda, ni ahora, sino la consecuencia de una imperiosa necesidad».